PARQUE ARQUEOLÓGICO NILÓMETRO- FUSTAT
Proyecto realizado expresamente para su exposición en el Pabellón de Egipto de la 18 Bienal de Venecia 2023, formando parte del Proyecto NiLab. Nile as Laboratory.
LAB.PAP. Arquitectos: Darío Álvarez Álvarez, Miguel Ángel de la Iglesia Santamaría, Sagrario Fernández Raga, Nieves Fernández Villalobos, Laura Lázaro San José, Ana Muñoz López, Lara Redondo González, Carlos Rodríguez Fernández, Flavia Zelli. Estudiantes: Emma González Bíró, Cristina González Ordóñez, Florence Lalande
LABHTL-NET. Universidad de Sevilla. Arquitectos: Antonio Tejedor Cabrera y Mercedes Linares Gómez del Pulgar
El AR-17 Nilómetro-Fustat se ubica al sur del Cairo y ocupa dos áreas de gran valor paisajístico, patrimonial, arqueológico y cultural: el área sur de la Isla de Roda con el Nilómetro y la gran área interior con los restos de la antigua ciudad de Fustat, la primitiva capital musulmana de Egipto, fundada en 641.
La estrategia proyectual se apoya en dos referencias: la métrica del Nilómetro en codos egipcios y el sistema de islas que genera el paisaje del Nilo a su paso por el Cairo. A partir de la métrica del Nilómetro se organiza un paisaje en bandas horizontales (este-oeste) ortogonales al Nilo de 155 codos egipcios (70 metros aproximadamente) que ordena toda la zona y establece un vínculo directo entre las dos áreas físicamente separadas.
Área sur Isla de Roda. Se propone la creación del «Jardín del Nilo», un nuevo espacio que transforma las infraestructuras existentes en un paisaje cultural de la memoria. Los actuales tanques de agua se convierten en estanques, conteniendo especies de peces y grandes lotos acuáticos, a los que se accede por una nueva pasarela elevada sobre el río conectada con el edificio industrial que se transforma en «Museo del Nilo», dando una nueva significación al lugar. El jardín incorpora el Nilómetro, el Palacio Manasterly y la Museo de la cantante Umm Kulthum, creando un paisaje cultural de gran valor. El Nilómetro se interpreta no solo como un elemento del pasado sino como la referencia proyectual de todo el Parque Arqueológico y de esta manera adquiere una nueva dimensión.
Fustat. En la gran área del Fustat se realizan diversas operaciones. El sistema de bandas generadas por la referencia al Nilómetro permite ordenar un paisaje actualmente desordenado y ausente de carácter, organizando un gran Parque Arqueológico/Ecológico en el que los restos del pasado dialogan con los elementos naturales: vegetación, agua y tierra. Por otro lado, dicho sistema evoca los sistemas de cultivos del borde del Nilo. En el interior de este sistema aparece otro sistema de grandes islas, a semejanza de las del río. Desde la Mezquita de Amr se crea una banda arquitectónica con nuevos equipamientos culturales y jardines, incluyendo el Centro de Visitantes del Parque Arqueológico de Fustat. Toda el área queda cruzada por varios grandes paseos peatonales que articulan las circulaciones y conexiones interiores, organizando así un amplio paisaje en el que emergen las grandes islas temáticas.
Una de esas islas contiene los restos excavados y visibles de la ciudad de Fustat. Por el este quedan delimitados por la muralla, que se consolida y que se redefine, y por un nuevo límite por el resto de los lados. En el interior se crean unos paseos de borde con plataformas que permiten conectar con las calles y las casas excavadas. Se plantea la restauración de las casas más singulares y mejor conservadas, documentadas en las diferentes excavaciones, reforzando la presencia de los patios-jardín con agua y vegetación. El resto del trazado de la ciudad se refuerza mediante un sistema de contención del terreno que permite generar un pequeño volumen que identifique lo construido, creando un paisaje hecho de tierra en el que pueden aparecer elementos vegetales, incluso algún sistema de árboles.
El Parque Ecológico organizado en bandas contiene paseos, caminos, canales, estanques y plantaciones con la mayor parte de las especies características de la cuenca egipcia del Nilo, un paisaje global en el que emergen las islas en forma de colinas, aprovechando los espacios y las grandes cantidades tierra existentes en la actualidad; estas colinas permiten contemplar los restos arqueológicos desde un punto de vista privilegiado y, a la vez, construyen un discurso sobre el paisaje, evocando los oasis en medio del desierto, de manera que crean un nuevo modelo de paisaje mediante el diálogo entre la arquitectura y los elementos de la Naturaleza.