VILLA ROMANA DE PEDREIRAS DE LAGO EN EL ESPACIO LAS MÉDULAS

Arquitectos: Darío Álvarez Álvarez y Miguel Ángel de la Iglesia Santamaría.
Arquitectos colaboradores: Sagrario Fernández Raga, Laura Lázaro San José, Carlos Rodríguez Fernández, Ana Elisa Volpini Gilabert, Flavia Zelli
Colaboradora: Sandra Belloso Pérez.
Arquitecto Técnico: José Ramón Galache Hernández
Arqueólogo: Fernando Muñoz Villarejo

Promotor: Fundación Las Médulas y Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León
Empresa constructora: DECOLESA

La Domus Romana de Pedreiras de Lago se encuentra en un espléndido paraje en las inmediaciones de la población de Lago de Carucedo, León, como parte del Espacio Cultural de Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Los restos de la Domus (probablemente se trata de la casa central de contratación y gestión de las minas de oro romanas) se ubican al borde del Lago de Carucedo, formado por la acumulación del agua utilizada por los romanos para la explotación minera, mediante el sistema de la “ruina montium”. Sobre los restos de la Domus se construyó en el siglo XX una calera (horno de cal), configurando un conjunto ecléctico de gran interés. La Domus, excavada en su momento hace varios años, ha permanecido mucho tiempo tapada y sin posibilidad de ser visitada, casi por completo ajena al paisaje. El proyecto plantea la recuperación y restauración de los restos romanos y la adecuación del lugar para la visita accesible, además de su inclusión en el paisaje de las Médulas, como un elemento de gran valor patrimonial, cultural y paisajístico. Aprovechando los restos del muro de cierre de la antigua calera, se ha realizado un nuevo frente que permite generar una entrada (totalmente accesible para discapacitados) desde la carretera y que construye una imagen de los restos del paisaje romano hacia el exterior, rodeado de castaños milenarios traídos por los propios romanos. El acceso en trinchera introduce al visitante en un corte en la tierra, reforzado por las chapas de acero oxidado como si fuesen estratigrafías del terreno (por el que asoman restos de muros romanos), un corte en el tiempo y la memoria por el que asciende en rampa para emerger finalmente y descubrir la Domus, y con ella el magnífico paisaje que la rodea. Un paseo accesible de 1,50 m. de ancho de losas de hormigón desactivado permite recorrer cómodamente el conjunto y llegar, mediante una pasarela construida sobre los restos, a un pequeño pabellón de chapa micro-perforada que protege una estancia con restos de pinturas murales, en diálogo con el horno y con el paisaje. De esta forma, mediante una operación muy mínima pero muy eficaz, se recupera la Domus, para la visita y para su importante presencia en el paisaje patrimonial de Las Médulas, como uno de sus más singulares vestigios romanos.